1- ¿Dónde escribís?
La inspiración te
puede agarrar en cualquier lado, es como cuando te dan ganas de hacer pis. Por
eso siempre llevo conmigo una libretita marca “Norte” y la birome
reglamentaria. Para mí escribir es una tarea de 24 hs. Hasta en los sueños
llevo mi libretita por las dudas...Anoto frases, ideas, a veces versos o poemas
que salen de una, enteros. Esto vendría a ser el poema en estado embrionario,
después vienen las correcciones, las versiones, es como armar un rompecabezas.
Mi lugar de trabajo es el escritorio de mi casa, donde tengo todo: compu,
biblioteca, discoteca. La música para mí es esencial. No puedo escribir en
silencio.
2- ¿Trabajás en computadora o a mano?
Por lo general escribo
a mano en una libreta grande (siempre de marca “Norte”). Todo lo relativo a
corrección y tuneado lo hago en la compu.
3- ¿Escribís todos los días? ¿Tenés un horario fijo?
Escribo (y leo) todos
los días, entre las 12 y las 4 de la mañana, más o menos. Durante el día,
aunque durante el finde disponga de tiempo, no puedo escribir nada, no me puedo
concentrar.
4-¿Cuánto tiempo le dedicás?
Como les dije en mi
respuesta anterior. Entre tres y cuatro horas diarias.
5- ¿Algún ritual, costumbre o manía a la hora de sentarse a
escribir?
Escucho la trasnoche
de Rock & Pop o pongo mis discos de fondo. La música me da ritmo para
escribir y pensar. La música es un jardín en los oídos y entre flores bellas
sale mejor todo. Como manía, tengo que tener lápices y biromes cerca, en todos
los ambientes de mi casa: en el escritorio, en el living, en la cocina, en la
mesa de la luz. Y a la calle nunca salgo sin mi birome y mi libretita, aunque
vaya a comprar tomates al chino. La poesía es muy escurrizada, si no la agarrás
a tiempo, se disuelve el aire.
6- ¿Cuándo das por terminado un texto? ¿Qué recorrido emprende
ese texto?
Estoy de acuerdo con
Borges en que un texto se termina cuando está publicado. Porque mientras uno lo
tenga inédito, siempre se te va a ocurrir algo para mejorarlo. Últimamente
descubrí un divertimento: leo mi viejas libretas, de hace veinte o más años y
me hago un auto remix: mezclo versos, tomo alguno y lo continúo ahora, lo
intervengo. Es muy entretenido. También suelo leer mis textos en voz alta, para
probarlos. Si suena, sirve, si no suena, no sirve.
7- ¿Qué relación tenés con tu biblioteca?
Mi primera biblioteca
fue una caja de zapatillas; allí guardaba unos minilibros de una colección de
clásicos que venían con la revista Hijitus. A aquella biblioteca de mi
infancia, la vi crecer, festeje su primer dientecito, su primer baile, su
casamiento, sus hijos. Y todavía sigue creciendo, a mí ya me lleva como diez
cabezas. Para darle un beso, tuve que ir a la ferretería a comprar una escalera
larga.
Los libros son
presencias que me acompañan. Detrás de cada libro, hay alguien que nos espera,
hay una aventura posible.
8- ¿Qué libro te gustaría leer?
Algún día quisiera
tragarme de una los cuatro tomos de Muerte
y transfiguración de Martín Fierro
de Ezequiel Martínez Estrada. Espero hacerlo algún día.
9- ¿Qué cinco libros no pueden faltar en tu biblioteca ideal?
Martín Fierro de José Hernández, La musa
de la mala pata de Nicolás Olivari, Ciudad
de Baldomero Fernández Moreno, Argentino
hasta la muerte de César Fernández Moreno, Pateando un empedrado de Manrique Fernández Moreno. Auspicia esta
respuesta: Familia Fernández Moreno.
10- ¿Cuáles son los autores/libros que te parecen más
sobrevalorados y cuáles los menos valorados?
Creo que en todas las
generaciones se arma un canon, inevitablemente. Con operaciones de la crítica
académica, el periodismo cultural y las editoriales empiezan a sonar dos o tres
nombres que se desmarcan del resto y son los que aparentemente van a quedar
pero las buenas obras imponen su peso y resisten al tiempo y las operaciones.
El mejor antólogo es el tiempo.
11- ¿Qué relación tenés con la inspiración?
La inspiración es las
ganas de vivir, de hacer, de crear. Hay que aprovechar los impulsos. Siempre
hay que estar con el motor encendido, aguardando la bandera de largada.
12- ¿Cuándo una persona se convierte en un buen lector?
Leer y escribir es
como un músculo que se desarrolla, es como hacer fierros. Cuando agarrás
el vicio de la lectura, no podés parar,
es adictivo. Ser un buen lector es aprender a distinguir las naranjas de
las manzanas, pero nunca hay que perder la capacidad de asombro y el placer que
provoca una buena lectura.
Bonus Track:
-Experiencias e impresiones de escribir estimulado por
alguna sustancia o en un estado de conciencia alterado.
Es lindo ponerse en pedo de vez en cuando pero el mejor
estado para escribir es estar fresco como una lechuga. El mito romántico
celebra los estados alterados en relación a la creación, pero todo eso es puro
chamuyo. Si estás dado vuelta como una cucaracha, lo mejor es volver a poner
las patitas en el suelo y tratar de enderezar el marote.
¿Nos mostrás tu biblioteca y tu lugar de trabajo?
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