Paula Soruco

1-¿Dónde escribís? 

 Escribo en cuadernos de hojas blancas que me hago en días intensos de encuadernación donde me proveo de cuatro o cinco cuadernos que me alcanzan por un par de meses. Escribo donde me encuentre, cuando llega un pensamiento o una imagen, una frase que me gusta y la sigo con la pluma, paladeándola, la nombro para escucharla mientras la escribo. En general esto me pasa en el verde, o en momentos meditativos, después de andar en bicicleta, en el tiempo de ocio.

2- ¿Trabajás en computadora o a mano?

 Manuscribo, acumulo cuadernos, en eso comienzo a darme cuenta de las recurrencias y de cierto aura general que se repite, obsesiones del momento y empiezo a vislumbrar de qué va, cómo se va a llamar, empiezo a saber que ahí hay un libro, o un cuerpo en red de textos que construyen algo más grande. En algún momento llega la segunda etapa que es comenzar a pasar a la compu fragmentos de material. En este momento tengo como 20 cuadernos esperando así que sé que el año que viene va a ser culosilla en la compu. Luego imprimo, sigo trabajando sobre el texto paladeándolo, y de ahí viene un pin pon impresión-lectura-audio-corrección, paso a la compu nuevamente, sigo trabajando ahí, etc, recomienza el circulo, recorto-pego, lo que sienta necesario, hasta que en algún momento lo doy por listo: cuando me gusta como texto escrito y como voz leyéndolo.

3- ¿Escribís todos los días? ¿Tenés un horario fijo?

No y no, sí custodio celosamente mi tiempo libre y mantengo las obligaciones laborales, relacionales y de edad, a raya. Digamos que sí garantizo para mí grandes fragmentos de tiempo libre, eso no PARA escribir sino como elección de vida, como forma en la que disfruto vivir, y ahí la voz comienza a cantarte al oído en el momento menos pensado que es cuando te pones a paladearlo, tomar anotaciones, mirar, mirarse, escuchar, contemplar aconteceres externos e internos, etc.

4-¿Cuánto tiempo le dedicás?

 Todo depende, por momentos nada, y por momentos todo, desde que me levanto hasta que me acuesto en fines de semana de cuatro días que le robo a las obligaciones (qué como se ve no son tan obligatorias), fluctúa. Yo no soy muy de los poemas sueltos, siempre estoy trabajando como en libros más bien, cuerpos de obra más grandes. Tengo un tema, un título de libro y de ahí los textos son sus elementos, sus capítulos. En general no muestro hasta que esté bastante cimentado el trabajo y me guste, retengo mucho el material, y lo sigo reprocesando, guardando, cantando, etc. Cada libro hasta ahora me viene tomando entre 3 y 5 años, y me parece un buen tiempo. Momentos de mucha intensidad y entrega y momentos de ninguna. Silencio y trabajo es la pulsación.

 5- ¿Algún ritual, costumbre o manía a la hora de sentarse a escribir?

 Fumar una hierba y tomar mucha agua, mirar los cerros, sentarme al lado de pequeños ríos. Esa es la escena que más me gusta y que se repite, con la bici tirada al lado después de una buena pedaleada que me oxigene cuerpo y alma.

 6- ¿Cuándo das por terminado un texto? ¿Qué recorrido emprende ese texto?

Ya lo conteste en buena parte, cuando ya me gusta como voz y como texto cuando adquiere cierta condensación que me atrape y de los textos entre sí.

 7- ¿Qué relación tenés con tu biblioteca?

Una relación difícil. No tengo una casa, alquilo habitaciones y me mudo casi todos los años. Lo que vuelve muy difícil sostener esta acumulación de libros que claman por una vida más estable. La vida se me viene dando nómade y en esto de la ecuación tiempo-dinero elijo tener tiempo, tiempo libre, lo que implica resignar dinero y por lo tanto espacio, el espacio también es dinero cuando no tenés casa. No reniego de mi decisión, al contrario, creo que tomo la opción libre que me permite seguir creando, ahora toda decisión implica renuncias y una es la de “la biblioteca” así que mis libros están en cajas en casas de familiares que me hacen el aguante, con lo cual pierdo mucho material, no sé donde está, de tanto en tanto regalo cosas para alivianar…. A la vez sigo leyendo muchísimo y comprando libros, bueno, es difícil como les decía.

8- ¿Qué libro te gustaría leer?

El libro Rojo de Carl Jung. El libro de los pasajes de Benjamin. Cosas de poesía contemporánea que en Jujuy no se consiguen.

 9- ¿Qué cinco libros no pueden faltar en tu biblioteca ideal?

El sentido de la Vista de John Berger
Virginia Woolf - La medida de la Vida de Herbert Marder sobre V. Woolf.
El Libro del Desasosiego de Fernando Pessoa
En busca del tiempo perdido de Marcel Proust (Acá hago trampa porque este libro es una biblioteca en sí)
y lo que sea de Clarice Lispector.

 10- ¿Cuáles son los autores/libros que te parecen más sobrevalorados y cuáles los menos valorados?

Bueno, se ponen de moda algunos, otros no son conocidos y de pronto se empiezan a conocer… yo que sé. Voy a hacer militancia de lo local por pura resistencia de la Periferia, Ernesto Aguirre, Nestor Groppa, los primeros libros de Alejandro Carrizo la rompen para mi gusto.  Sobre todo Groppa, lo que hizo es totalmente benjaminiano previo a que se sepa de él, toda su obra está hecha de meditaciones de un “flaneur” paseante ocioso por San Salvador de Jujuy, y sus anuarios del tiempo, una historia sentimental de la ciudad sostenido día a día por décadas es realmente impresionante, monumental, hecha de cosas simples, sutiles observaciones de la vida diaria de una ciudad.

11- ¿Qué relación tenés con la inspiración?

Una relación pulmonar y respiratoria, la misma que tengo con la expiración, me doy cuenta que es pulsátil, orgánica, la experimento con alegría y trato de tomar su pulso y hacer el poema o la foto o lo que me dicte. Trato de estar ahí disponible y lóbrega cuando aparece. De lo que sí me encargo muy activamente es de anidar un espacio en el tiempo para que cuando se presente podamos hacer algo juntas. Trato de tener mi mente lo más limpia posible para que no la enturbie. 

 12- ¿Cuándo una persona se convierte en un buen lector?

Cuando se permite ser caprichoso , cuando lee lo que le gusta y se permite dejar de lado los mandatos como “hay que leer a Borges” “Hay que leer toda la producción de tu zona” y etc.  

 Bonus Track:
 -Experiencias e impresiones de escribir estimulado por alguna sustancia o en un estado de conciencia alterado. 

Es una posibilidad, un juego, un experimento, una experiencia. Claro que si solo te permitís jugar alterándote la conciencia con un químico estás en el horno. Personalmente creo que hasta respirando podes alterarte la conciencia… y la creación misma también es una alteración de la conciencia ordinaria.

¿Nos mostrás tu biblioteca y tu lugar de trabajo?





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