1-¿Dónde escribís? ¿Trabajás en computadora o a mano?
Las notas las puedo hacer en cualquier parte,
a mano en mi cuaderno y aprovechando cualquier instante libre. El trabajo más
intenso, a mano o en compu, lo hago en casa, en la habitación que cumple la
función de estudio.
2- ¿Escribís todos los días? ¿Tenés un horario
fijo?
Sí, de lunes a viernes a la hora de la siesta,
cuando mis hijos están en la escuela.
3-¿Cuánto tiempo le dedicás?
Entre hora y hora y media por día.
4- ¿Algún
ritual, costumbre o manía a la hora de sentarse a escribir?
Una taza de té y música de piano solo, lo más
minimalista posible (Erik Satie, Phillip Glass).
5-
¿Cuándo das por terminado un texto? ¿Qué recorrido emprende ese texto?
Doy por terminado un texto cuando tras un
período de distancia y descanso del mismo (unos seis meses digamos), noto que
no hay correcciones “gruesas” que hacerle. Lo de terminado, claro, es un decir.
A esa altura ya lo voy mostrando y, en base a esas primeras devoluciones, haciéndole
retoques menores, cambios que no afectan una tendencia que ya viene delineada. También
lo voy presentando a distintas “instancias de publicación”: editoriales,
concursos. Y cuando por fin a alguien le interesa, sigo revisando el texto
hasta que el libro está armado y ya no me dejan tocarlo más.
6- ¿Qué relación tenés con tu biblioteca?
Es uno de mis lugares preferidos de la casa,
me encanta pasar a su lado y que me sorprenda. Este año sobrevivió a un
incendio: así, ahumadita y todo, la quiero más que nunca.
7- ¿Qué libro te gustaría leer?
La última noche en Twisted River, de John Irving. Tarde o temprano lo voy a agarrar.
8- ¿Qué
cinco libros no pueden faltar en tu biblioteca ideal?
Como esta pregunta podría abrumarme, prefiero
responder al voleo y divertirme: Suave es la noche (Scott Fitzgerald), el
Quijote, Atraviesa el fuego (Lou Reed), Borges (Bioy Casares), Cuentos
completos (Chejov).
9-
¿Cuáles son los autores/libros que te parecen más sobrevalorados y cuáles los
menos valorados?
Hoy leí en el diario una entrevista a
Saccomanno. Estaba tan llena de lugares-comunes-de-escritor-consagrado
(empezando y terminando por la tapa de su último libro: ¡la imagen de un
iceberg!), que sin haberlo leído ya huelo a sobrevaloración.
Los menos valorados del momento son un grupo de ex sobrevalorados: los escritores llamados realistas. Hoy está tan de moda pegarle a la escritura con referentes constatables, que cualquiera que la ejercite es visto poco menos que como si portara una careta de Stalin. Eso sí, hay veces que surge alguno al que no pueden rechazar tan fácilmente; ahí es cuando zafan con un: “a pesar del realismo, escribe muy bien”.
Los menos valorados del momento son un grupo de ex sobrevalorados: los escritores llamados realistas. Hoy está tan de moda pegarle a la escritura con referentes constatables, que cualquiera que la ejercite es visto poco menos que como si portara una careta de Stalin. Eso sí, hay veces que surge alguno al que no pueden rechazar tan fácilmente; ahí es cuando zafan con un: “a pesar del realismo, escribe muy bien”.
10- ¿Qué relación tenés con la inspiración?
Es una prima lejana con la que hace muchos años
nos dimos unos besos, pero ya ni su recuerdo me excita.
11- ¿Cuándo una persona se convierte en un
buen lector?
Cuando comienza a usar los separadores de las
cajas de té en saquitos como señaladores.
Bonus Track:
-Experiencias e impresiones de escribir
estimulado por alguna sustancia o en un estado de conciencia alterado.
En el momento me parecía estar concibiendo una
obra maestra. Al otro día, con la sobriedad, alguito podía rescatarse y lo
seguía trabajando.
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