1-¿Dónde
escribís?
Escribo en la mesa del
comedor de mi departamento.
2- ¿Trabajás en
computadora o a mano?
En computadora. Puede
ocurrir que, en alguna ocasión, al no contar con la computadora, lo haga en
papel pero no es lo habitual, inclusive es tan poco habitual que, cuando lo
hago, suelo guardar el papel como un fetiche del texto.
3- ¿Escribís todos los
días? ¿Tenés un horario fijo?
La escritura de
poesía, a mi criterio, no es como la escritura de prosa que requiere de cierta
rutina, la poesía se escribe siempre sin que esa escritura sea a partir de una
ubicación determinada, habitualmente se piensa ¨en poesía¨ y desde ese es
pensar es que siempre se está escribiendo, después resta pasarlo a la
computadora o al papel, como se dice habitualmente. Creo que es interesante
hacer el paralelismo con los traductores de idiomas, los traductores no
realizan una traducción mental, cambian su estructura de pensamiento y piensan
en el otro idioma y este es el caso de la escritura de poesía, el que escribe poesía
piensa en ese idioma.
4-¿Cuánto tiempo le
dedicás?
El que requiera la
poesía, la necesidad de escribirla, la necesidad de expresar o de expresarla.
Es decir que, este tiempo, es variable.
5- ¿Algún ritual,
costumbre o manía a la hora de sentarse a escribir?
Para nada, prefiero
pensar en la poesía como algo en estado puro, sin ningún tipo de
condicionamiento ni intervención hacia la misma, como puede ser, por ejemplo,
la música, la música condiciona nuestro estado emocional y, en tal caso,
condiciona la poesía, en mi caso prefiero la pureza, la poesía sin
condicionamientos de ningún tipo.
6- ¿Cuándo das por
terminado un texto? ¿Qué recorrido emprende ese texto?
No creo en los textos
que quedan en los cajones, creo en los textos que se exponen, que se ofrecen,
que se dan. Me parece imprescindible dar el texto.
7- ¿Qué relación tenés
con tu biblioteca?
Relativa. No creo en
las bibliotecas, pienso que en muchos casos son demostraciones de poder
intelectual a través del volumen de las mismas. Es claro que tengo mi
biblioteca pero me gustan los libros que andan por ahí, por la casa, en mesa
ratona del living, en la cocina, en el dormitorio, en la mesa en la que
escribo. Me gustan los libros que andan dando vueltas.
8- ¿Qué libro te
gustaría leer?
Siempre estoy abierto
a sugerencias, es decir que siempre estoy esperando que alguien me convoque a
leer un libro desconocido, ese es el libro que espero leer próximamente.
9- ¿Qué cinco
libros no pueden faltar en tu biblioteca ideal?
Siempre los listados
son odiosos. No me gustan. Si nombrás Gelman podés dejar fuera a Perlongher. Si
nombrás a Durás podés dejar fuera a Yourcenar. Si nombrás a Vallejo podés dejar
fuera a Bukowski. Si nombrás a Borges podés dejar fuera a Cortázar. Y cada uno
de estos escritores con sus maravillosos libros. Y podría seguir la lista
incansablemente pero ya me pasé de largo de los cinco, no?
10- ¿Cuáles son los
autores/libros que te parecen más sobrevalorados y cuáles los menos valorados?
No le doy importancia
a esta cuestión, a partir de la comercialización de la literatura y del
marketing, la palabra éxito está distorsionada. No es relevante si un autor
está sobrevalorado o subvaluado, ante ambas circunstancias sobrevive siempre la
calidad o la falta de ella. La calidad de un texto siempre está por encima del
maquillaje del éxito, en el sentido en que se comprende esa palabra por estos
días.
11- ¿Qué relación
tenés con la inspiración?
Nunca entendí esa
palabra, no me gusta, no me llevo bien, prefiero pensar en la sensibilidad,
cuando la sensibilidad está afilada es posible todo en la vida, no solamente la
escritura. Además creo en el trabajo, en la capacitación, en el desarrollo, en
hacer y en el corregir y en el estado de perfectibilidad de las cosas. La inspiración
no es más que algo banal.
12- ¿Cuándo una
persona se convierte en un buen lector?
Simplemente cuando
lee. No hay que caer en la soberbia de pensar en categoría de lectores, cuando
alguien lee se convierte en lector, más allá de toda categoría. El que lee el
diario es lector, el que lee una revista deportiva es lector, el que lee un
libro es lector, ocurre que, sencillamente, está haciendo una elección respecto
de lo que es de su interés. Pregunto, ¿es mejor lector el que lee un libro de
autoayuda que el que lee un libro de filosofía o el que lee un libro de la
historia de un deporte o una novela o un libro de poesía? El que lee lee y el
que no lee se lo pierde.
Bonus Track:
-Experiencias e
impresiones de escribir estimulado por alguna sustancia o en un estado de
conciencia alterado.
En absoluto, como
mencioné en una pregunta anterior, soy un obsesivo de la pureza en la
escritura, si no es mi deseo dejarme influir por la música, al escribir, mucho
menos dejaría que hubiese influencia a través de una sustancia. Tampoco creo
interesante escribir bajo un estado emocional fuerte. Como se dice en el
deporte, mente fría corazón caliente.
¿Nos mostrás tu biblioteca y tu lugar de trabajo?
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