1-¿Dónde escribís?
En todas partes y casi todo el tiempo! En realidad, en su
mayoría hago notas para no olvidar en cualquier lugar y después lo paso en
limpio o dibujo algo basado en eso.
2- ¿Trabajás en computadora o a mano?
La mayoría de las anotaciones las hago en papel, en cuadernos y
apuntes de la escuela; si no lo tengo a mano lo dejo registrado en mi celular
o en estados en Facebook privados, para después encontrarlos y trabajarlos.
Hasta que no están listos no los publico en ningún lugar.
Finalmente hago un rejunte de todo en la computadora, mezclo las
diferentes ideas, pienso, encadeno e intento ordenarlas de forma armoniosa.
3- ¿Escribís todos los días? ¿Tenés un
horario fijo?
En realidad no, sólo que surgen cosas. Mis
escritos generalmente son observaciones y conclusiones, por lo que si veo algo
que me llama la atención, simplemente tomo nota de ello y luego busco la forma
de escribir por qué lo anoté, o a qué me recordó, o qué se me ocurrió. Y desde
ahí se desprenden cosas, ideas, tornados de ideas.
4-¿Cuánto tiempo le dedicás?
El necesario. Pero solo cuando tengo ganas. No es como si
tuviese un tiempo o momento especial. No elegís cuando va a nacer el escrito,
pero cuando nace, nace; y no lo dejo hasta que no termino.
5- ¿Algún ritual, costumbre o manía a la hora
de sentarse a escribir?
No. Normalmente estoy callada, o escuchando música. Para mí escribir es un hábito vago y mayoritariamente callejero, por lo que no hay nada
constante en ello, todo es diferente, todo existen en distintas circunstancias,
fluye con otro sentido que lo anterior; se autodirije.
6- ¿Cuándo das por terminado un texto? ¿Qué
recorrido emprende ese texto?
Cuando se ve lo suficientemente elegante. El texto sufre
transformaciones varias, crece y decrece, hasta que se vuelve abstracto y
directo; en ese momento lo estaciono.
7- ¿Qué relación tenés con tu biblioteca?
Lamentablemente
no tan buena como quisiera. No es que no esté llena, leí más de una vez casi
todos esos libros, lo que sucede es que desearía tener más tiempo para hojearla
con mayor frecuencia. De todas formas, cada tanto termino un libro nuevo.
8- ¿Qué libro te gustaría leer?
Probablemente ninguno en especial.
9-¿Qué cinco libros no pueden faltar en tu
biblioteca ideal?
Ataque de Pánico – Juan Xiet
Apocalypse- Tim Bowler
Crónicas Marcianas- Ray Bradburry
El Aleph- Jorge Luis Borges
El Clan Inugami- Seishi Yokomizo
10- ¿Cuáles son los autores/libros que te
parecen más sobre valorados y cuáles los menos valorados?
No sé mucho sobre valoraciones de los libros, pero si la
pregunta apunta a los best-sellers y eso, creo que no son la gran cosa. Quiero
decir, no leí ninguno, así que estoy fuera de una opinión real, pero no me
llaman la atención.
11-¿Qué relación tenés con la inspiración?
Continua. Armada. Completa. Sin ningún tipo de concentración.
Aislada. No la busco, la encuentro, espontáneamente; en algún momento, en algún
lugar, en alguna canción, viene de
cualquier cosa random.
12- ¿Cuándo una persona se convierte en un
buen lector?
No sé. Pero creo que eso sucede cuando alguien simplemente
disfruta de lo que lee.
Bonus Track:
-Experiencias e impresiones de escribir estimulado
por alguna sustancia o en un estado de conciencia alterado.
Experiencia? Sustancia? Conciencia alterada?
Eso me suena a drogas jaja.
El máximo factor motivante yo diría que es el
sueño, y los sentimientos malos, esos que te frustran y te dejan todo jaspeado,
esos me traen buenos textos.
Hablando de alguna experiencia concreta, no
sé, tengo un par de ejemplos...
El otro día, no sé, creo que fue el lunes, me
subí al ascensor de mi edificio con una señora simpaticona, que vive en el
piso de abajo. Y tuvimos la típica
conversación de ascensor, pero cuando se bajó, no puede evitar pensar en “esas
charlas que se dan por amabilidad en el ascensor” y pensé en todas esas mini-conversaciones que tuve en los 11 años que llevo viviendo ahí y obviamente no
recuerdo. Pero por eso, ahora recuerdo la del lunes. Y bueno, surgió la
reflexión y el mini texto que estoy ampliando en otro lado, de eso, de la
señora del ascensor.
Y si quiero pensar en algo más viejo,
recuerdo que uno de los poemas
que escribió Kieko en el 101 apareció por un señor que vi en la calle, hablando
por celular, pasaba caminando, con una cara muy rara que inusualmente recuerdo
con cierta claridad. Pero eso no importa, lo que importa es lo que iba
diciendo, aparentemente tenía una pelea de pareja o algo, y pensé dos cosas:
1- ¿qué haría yo si fuera él?
2- Que
suerte que no traía mis auriculares puestos.
Y anoté eso en mi celular. Días más tarde,
escribí algo que forma parte del 101.
¿Nos mostrás tu biblioteca y tu lugar de trabajo?
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