Betina González

1-¿Dónde escribís? 

En un "estudio" que tuvo varias encarnaciones dependiendo de mis muchas mudanzas. Me alcanza con un escritorio/mesa y un tablero para pinchar cosas (notas, fotos, etc).

2- ¿Trabajás en computadora o a mano?

En computadora. No puedo escribir a mano, soy demasiado lenta. Las ideas, frases, palabras van siempre más rápido que mi habilidad para pasarlas a papel. Una de las pocas cosas útiles que aprendí en el secundario fue a mecanografiar.

3- ¿Escribís todos los días? ¿Tenés un horario fijo?

Sí. Durante la mañana.

4-¿Cuánto tiempo le dedicás?

Depende del proyecto. Si estoy trabajando en una novela, al menos 4 horas por día. No necesariamente son 4 horas de escritura. En ellas van también la relectura, la lectura de textos que alimentan el proyecto, las búsquedas.

5- ¿Algún ritual, costumbre o manía a la hora de sentarse a escribir?

Mate. En un momento de prudencia de mis veintipico, reemplazó al cigarrillo. Y silencio casi absoluto. Como eso es difícil de lograr en Buenos Aires, últimamente escribo con música (cuál depende del proyecto).

6- ¿Cuándo das por terminado un texto? ¿Qué recorrido emprende ese texto?

Esto depende también del proyecto. Algunos casi inmediatamente, otros llevan más tiempo. ¿El recorrido? No entiendo esta parte de la pregunta....

7- ¿Qué relación tenés con tu biblioteca?

Digital. Durante los últimos diez años me mudé de San Martín, a El Paso, de El Paso a Pittsburgh, de Pittsburgh a San Martín, de ahí pasé por Montserrat, Belgrano, Ingeniero Maschwitz, Recoleta sin contar las variantes de casa en Pittsburgh o Texas. Una cosa que aprendés cuando vivís tanto tiempo con mudanzas es que no podés seguir comprando libros. Resigné el papel hace rato. Tal vez cuando sienta que me quedo por un rato en algún lado empiece a formar una biblioteca nueva. Por suerte mis hermanos conservan la que formé durante décadas, pero ya no es mía: tengo que pedirles permiso para llevarme libros.

8- ¿Qué libro te gustaría leer?

¿Alguien puede predecir eso? Quisiera que hoy me pasara descubrir a ese autor o autora que te deslumbra, que te hace pensar "voy a comprarme todos sus libros" y "cómo no lo/la leí antes"!. Eso me pasó con Katherine Mansfield. Con Pessoa. Con tantos otros. La última vez que me ocurrió fue hace unos cuantos años con Fleur Jaeggy. También con Esther Cross y Beatriz Vignoli. Entonces, supongo que por ahora el libro que quisiera leer es el próximo que alguna de ellas publique.

9- ¿Qué cinco libros no pueden faltar en tu biblioteca ideal?

La "biblioteca ideal" de una siempre está cambiando. Pienso mejor en los libros que les recomiendo a mis alumnos. Deliberadamente elijo todas nouvelles, porque es una forma literaria tan bella y tan poco estudiada en tanto tal (hay que volver a los románticos alemanes para eso): "Otra vuelta de tuerca", Henry James; "La línea de sombra", Conrad; "Los hermosos años del castigo", Fleur Jaeggy; "Desayuno en Tiffanys", Capote; "Las ratas", José Bianco.

10- ¿Cuáles son los autores/libros que te parecen más sobrevalorados y cuáles los menos valorados?

Cualquier respuesta a esta pregunta sería creer en algo así como la "trascendencia". No me engancho en ese juego de vanidades post o pre- mortem. Un libro es un libro. Si llega a tus manos como lector, cumplió la pequeña promesa que se inició con una frase.  Eso es todo lo que importa. Las etiquetas de la academia, crítica y etc. (a las que apuntan estos adjetivos como "valorado" o "sobrevalorado") no me interesan.

11- ¿Qué relación tenés con la inspiración?

Alguien tiene inspiración cuando puede crear un universo autosuficiente. Quiero decir un mundo, unos personajes, un lenguaje propios. Los verdaderos escritores lo tienen: ese mundo íntimo al que pueden entrar cuando se les da la gana, siempre que el mundo "real" se vuelve demasiado. Entonces, la inspiración no es algo que va y viene. Tiene que ver con haber creado tu propia isla desierta, hecha de tu propia fauna y flora. Una que ni vos sabés catalogar. El hecho de contar con ese mundo implica también contar con un lenguaje propio, porque esa isla está hecha de palabras. Nadie puede quitarte nunca ese lugar, es tuyo tan íntimamente como tus recuerdos. El paso decisivo, me parece, es darlo a conocer, animarse a compartir ese universo. Es un gran acto de arrojo eso de publicar un libro.

12- ¿Cuándo una persona se convierte en un buen lector?

Cuando lee de todo. Tuve la suerte de crecer en una casa sin biblioteca (aunque había algunos libros). Durante años envidié a los que tenían casa con biblioteca, tipo ingleses. Qué lujo, pensaba, tener todo eso a su disposición. Después me di cuenta de que el hecho de heredar una biblioteca es heredar también sus categorías, sus prejuicios. Y me hizo pensar cuánto mejor, cuánto más divertido fue para mí andar dando tumbos por las casas de otra gente, por las bibliotecas populares, por las sesgadas pero maravillosas bibliotecas de mis colegios leyendo cuanto libro cayera en mis manos. Desde Corin Tellado hasta las vidas de los santos, pasando por la revista Humor, la Muy Interesante, Verne, Borges y André Gide, todo al mismo tiempo y antes de los doce años.

Bonus Track:
 -Experiencias e impresiones de escribir estimulado por alguna sustancia o en un estado de conciencia alterado. 


Fracaso total. Y tengo testigos.


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