Silvia Tombolini


 1- ¿Dónde escribís?

Solo puedo escribir en mi estudio. Soy arquitecta (mi marido y mi hijo también), desde siempre hemos tenido el estudio en casa y la mitad del día la pasamos ahí.  Hasta hace unos años compartíamos un solo escritorio y una compu, lo que hacía la cosa algo complicada, pero hace tres años nos mudamos a un lugar más grande y ahora cada uno tiene su propio espacio. Mi escritorio es el lugar más caótico y desprolijo, pero tiene una impresionante vista al río y a los árboles de la calle.

2- ¿Trabajás en computadora o a mano?

En una notebook. Raras veces anoto algo en una libreta que uso de agenda y que llevo en la cartera (eso si no estoy en casa), pero apenas llego, me siento y lo paso al Word.

3- ¿Escribís todos los días? ¿Tenés un horario fijo?

Soy una loca y como no voy a un terapeuta, descargo toda la locura escribiendo.
Sí, lo hago todos los días y cuando puedo, especialmente de mañana. Lo primero que hago después de desayunar es entrar al Facebook (soy adicta), miro las notificaciones y la mayoría de las veces en lugar de hacer un comentario en el muro de alguien, abro el Word y escribo. Sé que si dijera todo lo que pienso en una red social me quedaría sin amigos jajaja. Como en casa  somos una multitud (seis adultos más cuatro perras), no me queda más opción que ocuparme primero de los quehaceres domésticos, entonces limpio rápido la casa, meto un pedazo de carne en el horno y subo corriendo a escribir… hasta que siento olor a quemado.

4-¿Cuánto tiempo le dedicás?

Mucho, muchísimo. Comencé a escribir a los cincuenta y no quiero desperdiciar un segundo. Por suerte casi en el mismo momento en que comencé a escribir mi hijo comenzó a trabajar en el estudio y reemplaza el trabajo que yo hacía. Ahora de mi profesión solo hago los trámites y  obvio, sí, mientras estoy escribiendo me levanto de la silla y doy una mirada a lo que están proyectando, pero casi no voy a las obras.

5- ¿Algún ritual, costumbre o manía a la hora de sentarse a escribir?

Infaltables el café y los cigarrillos. No puedo ni comenzar si no los tengo sobre el escritorio. A veces pongo música pero en seguida la apago. Para concentrarme necesito silencio. Vivo en un barrio muy tranquilo y lo único que se escucha es el canto de los pájaros y en forma intermitente el paso de algún auto. Hasta eso me distrae. Por suerte mi marido y mi hijo hablan poco y en un tono bajo.

6- ¿Cuándo das por terminado un texto? ¿Qué recorrido emprende ese texto?

Cuando lo leo y me conforma. O sea nunca.
Hace unos días me entregaron el primer ejemplar de una novela que me editaron y a medida que la releía pensaba en todo lo que le cambiaría. Pero bueno, de eso no hay retorno.
No soy de dar a leer mis textos, escribo para mí, cuentos, relatos, boludeces, sin embargo cuando voy a taller acepto con placer las críticas y corrijo. En el caso de la novela fue diferente. Empezó como terapia, siguió como un desafío y terminó en libro. La leyeron dos escritores, cuatro amigos que escriben también y finalmente antes de la edición la corregí con Caro Musa. Me llevó muchísimo tiempo de investigación porque me metí en un tema que no domino (la vejez jajaja) y más de cinco años escribirla, así que tengo como diez versiones diferentes. Como nunca pensé en publicarla, subí muchos 'retazos' en el blog del taller Marcenomalumbré, pero resulta que un amigo (escritor de años él) me dijo mandala a un concurso y le hice caso. El año pasado salió finalista en el concurso de Río Ancho. Casi muero de la sorpresa cuando me llamaron para avisarme.

7- ¿Qué relación tenés con tu biblioteca?

Todavía ninguna. Estoy buscando un mueble adecuado para ordenar los libros y todos los que me gustan no entran en mi presupuesto. Así que tengo libros desparramados en el escritorio, en unos estantes donde mi marido tiene sus pinceles (él además es artista plástico) y en un par de muebles viejos mezclados con revistas de arquitectura y archivos.

8- ¿Qué libro te gustaría leer?

El Ulises de Joyce.

9- ¿Qué cinco libros no pueden faltar en tu biblioteca ideal?

Serían cuatro más de Carver. Solo tengo ¿Quieres hacer el favor de callarte, por favor?

10- ¿Cuáles son los autores/libros que te parecen más sobrevalorados y cuáles los menos valorados?

No me creo capacitada para contestar eso y además creo que hay libros para cada persona. Lo que a vos te sirve a mí me parece una boludez y así a la inversa.

11- ¿Qué relación tenés con la inspiración?

Ninguna. Todo lo que he escrito lo he hecho a fuerza de trabajo. No soy una “iluminada”.

12- ¿Cuándo una persona se convierte en un buen lector?

Cuando mira todo lo que cae en sus manos pero solo lee lo que lo gratifica.

Bonus Track:

 -Experiencias e impresiones de escribir estimulado por alguna sustancia o en un estado de conciencia alterado. 

Un año en el taller decidimos escribir una novela colectiva llamada “Bolivia” que narra el viaje de dos chicos jóvenes a ese país y su contacto con la ayahuasca. Nunca había probado nada, ni siquiera en la facultad, vengo de una localidad pequeña, de una familia estructurada y colegio de monjas. Entonces le di una pitada a un porro de un amigo pensando que cambiaría mi vida.Obvio que eso me provocó menos que uno de los Marlboro que fumo, por lo que tuve que investigar en el google para ver los efectos de alucinógenos.
Por suerte me tocó el capítulo final, así que “robé” experiencias de los capítulos anteriores.




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