1-¿Dónde
escribís?
Siempre
estoy cambiando de lugares. Ahora descubrí que un sillón en mi living es el
lugar ideal y ahí estaré hasta que cambie de opinión otra vez.
2- ¿Trabajás en computadora o a
mano?
A mano, últimamente en el
mismo cuaderno, por suerte, porque suelo escribir en cualquier cosa, el dorso
de una factura, una servilleta, cualquier cosa es buena con tal de no olvidarme
de la idea que se me cruzó. Si escribo directamente en la
computadora se me va la inspiración.
3- ¿Escribís todos los
días? ¿Tenés un horario fijo?
Ojalá pudiera. Tengo tres
hijos de 16, 13 y 6 años. Cada uno tiene una rutina de horarios y miles de
actividades y aún son chicos para moverse solos. Me cuesta mucho encontrar
tiempo de calidad para escribir porque no me sirve decir : 'Tengo 2 horas,
me pongo a escribir' no funciona así, solo puedo escribir cuando sé que
hay mucho tiempo de silencio y paz por delante.
4-¿Cuánto tiempo le dedicás?
Es indistinto, a veces
demoro mucho para escribir lo que imagino y otras veces ya está escrito
en mi cabeza, palabra más, palabra menos.
5- ¿Algún ritual, costumbre o
manía a la hora de sentarse a escribir?
Mi perra está siempre durmiendo
a mi lado cuando escribo. Un café con leche. La birome más barata que exista y
necesito que siempre sea la misma. Me da un ataque cuando pierdo la birome. Y
la pierdo diez veces por día.
6- ¿Cuándo das por terminado un
texto? ¿Qué recorrido emprende ese texto?
Para mí es insoportable poder
concluir que un texto está terminado. Siempre encuentro cosas que no están
bien, que no me gustan. Nunca puedo terminar de corregir. Lo leo mil veces y al
final soy capaz de decir que no me gusta nada. Necesito leerlo en voz alta y
que alguien me escuche, ahí es cuando me doy cuenta si sirve o no. El problema
es que no siempre encuentro quien me escuche.
7- ¿Qué relación tenés con tu
biblioteca?
Mi biblioteca crece y
crece...soy lectora compulsiva. Sólo quisiera tener memoria para recordar
todo lo leído.
8- ¿Qué libro te gustaría leer?
Cualquiera de Sartre, no
leí ninguno.
9- ¿Qué cinco libros no
pueden faltar en tu biblioteca ideal?
Los que no pueden faltar
son los que dispararon mi imaginación de chica y los que aún releo cada tanto:
Nathaniel de John Saul, The Demonologist de Ed y Lorrain Warren, Todos los de
Hans Holzer ( un investigador de lo paranormal) La letra Escarlata de
Nathaniel Hawthorne, Pride and Prejudice de Jane Austen, Wuthering Hights
Emily Brontë, Dracula de Bran Stocker y no puedo parar...
10- ¿Cuáles son los
autores/libros que te parecen más sobrevalorados y cuáles los menos valorados?
No creo en libros
subvalorados mientras a algún lector le hayan gustado. Desde
luego, uno va puliendo el paladar a medida que lee, pero quién soy
yo para decir 'esto es malo' si hay gente que lo disfruta. A veces
la sobrevaloración va únicamente de la mano de estrategias comerciales, pero
ese es otro tema.
11- ¿Qué relación tenés
con la inspiración?
Me ataca en cualquier
lugar y momento. Algo que veo me la dispara, un sonido, un aroma y mil veces un
sueño. Ya sé como funciona, así que sólo me siento a esperarla con mi birome
lista para tomar notas si es que no tengo tiempo de escribir todo.
12- ¿Cuándo una persona se
convierte en un buen lector?
Cuando no podés irte a
dormir sin haber abierto un libro aunque sea para leer tres líneas, cuando te
morís por contarle a alguien sobre el libro que terminaste de leer y cuando
sentís un vacío espantoso porque llegaste a la última página.
Bonus Track:
-Experiencias e
impresiones de escribir estimulado por alguna sustancia o en un estado de
conciencia alterado.
Muchas
cosas que escribo nacieron en mi subconsciente, los sueños que consigo recordar
rápidamente migran a mis textos y me encanta, porque es único y mágico recrear
un sueño en la escritura. Pienso que eso viene limpio de
influencias, que soy sólo yo y mi texto. En El fantasma del rosario muchas
escenas fueron soñadas.
Musas |
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