Carolina Musa

1-¿Dónde escribís? 

En el living de mi casa, que es un poco escritorio y sala de ensayo. Pero si estoy en otro lado, escribo donde esté: en el colectivo, en la carpa, frente al río o en un baño. No tengo muchos fetiches.

2- ¿Trabajás en computadora o a mano?

En la compu.
A mano anoto ideas, esquemas, cosas que vi. A veces anoto mucho a mano y después en la compu tiro la mitad, o casi todo, o todo.

3- ¿Escribís todos los días? ¿Tenés un horario fijo?

Me levanto muy temprano. Me gusta escribir en ese momento porque hay un sigilo extraordinario y estoy sola. Pero no me exijo nada. Si no tengo ganas me pongo a hacer otra cosa.

4-¿Cuánto tiempo le dedicás?

No podría precisarlo. El tiempo no es un parámetro con el que mida alguna cosa. Yo trabajo en casa (soy a medias carpintera) y organizo mi trabajo en el taller como me dé la gana, así que si estoy empecinada con un texto puedo seguir escribiendo toda la tarde o toda la semana.

5- ¿Algún ritual, costumbre o manía a la hora de sentarse a escribir?

Me preparo el mate.
Igual no me considero muy maniática. Si se me acabó la yerba, me hago un café.

6- ¿Cuándo das por terminado un texto? ¿Qué recorrido emprende ese texto?

Un poema termina cuando termina. Algunos vienen casi enteros y hay otros que corrijo muchísimo. Generalmente los dejo descansar, los acumulo, y si algo no me convence voy molestando a los amigos por opiniones. Cada tanto los imprimo y los mando a un concurso.
Un cuento no. A veces estoy semanas con un cuento. Me llevó tres años armar un conjunto de cuentos que a mí me cierra.
A la fecha nunca di por terminada una novela.

7- ¿Qué relación tenés con tu biblioteca? 

No tengo una gran biblioteca. Leo bastante prestado de amigos y de bibliotecas públicas, y compro libros los domingos en una feria de antigüedades. Entonces podés encontrar cosas raras como una primera edición de Pedroni o Fray Mocho ilustrado por Basaldúa. Pienso que las bibliotecas (y los perros) son como sus dueños. La mía es esquizoide. Los libros están acomodados en 4 estantes (en el quinto hay rompecabezas): uno con infantiles y los otros 3 diferenciados más o menos topográficamente en prosa y poesía. Como separador (y tributo) uso el Diario de Gombrowicz, que me recuerda la estupidez misma de la clasificación (además tiene un espesor de 5 centímetros). Claro, hay libros que quiero mucho y otros que no. Una vez fui a la casa de una compañera de la universidad después de varios años de no verla, saqué un libro de su biblioteca y resultó ser mío! Fue un momento kodak: yo no tenía idea, ella tampoco, pero creo que pinta entera la relación con mis libros.
También tengo otro mueble enano con revistas, folletos, libros bizarros, diccionarios y cuadernos que me resisto a tirar.

8- ¿Qué libro te gustaría leer?

Un montón. Soy una lectora vaga y desbolada. En este momento, en mi mesa de luz está Aldo Pellegrini (Antología de la poesía surrealista), Martínez Estrada (Radiografía de la pampa, no lo puedo terminar) y un Cuaderno de Cultura del PC de 1953 que entre otras perlas trae un texto titulado La homeopatía como corriente ideológica (de Lázaro Braslavsky), un descubrimiento para mí.

9- ¿Qué cinco libros no pueden faltar en tu biblioteca ideal?

El fisiólogo u otro bestiario medieval -ilustrado; El Eternauta de Oesterheld y Solano López; Ferdydurke de Gombrowicz; algún libro aborrecible -para-ejercitar-la-memoria- (por ejemplo Paula, de Isabel Allende, o Juan Salvador Gaviota), y un diccionario, y Zama, y los Cuadernos de lengua y literatura de Mario Ortiz, y La soledad del lector de Markson, y cuando yo diga abracadabra que aparezcan Paco y Haroldo, fumando, juntos. Sería una biblioteca mágica.

10- ¿Cuáles son los autores/libros que te parecen más sobrevalorados y cuáles los menos valorados?

¿Sobrevalorados por quién? Mi mamá tiene un gran aprecio por el libro de cocina de la Señora de Siemienczuk. Y gran parte de mi generación venera a los Elige tu propia aventura. Y a mi hijo le dieron en la escuela El principito como lectura obligatoria, este año. Y millones de mujeres que hablan cientos de idiomas corren detrás de los lobos o con ellos. Digo: las valoraciones se hacen sobre criterios (afectivos, económicos, geográficos, técnicos, etcétera) que podemos compartir o no. ¿Y yo quién soy para subir o bajar el pulgar?

11- ¿Qué relación tenés con la inspiración?

Kármica, como si la llevara en mi apellido. Jaja.

12- ¿Cuándo una persona se convierte en un buen lector?

Cuando saluda al librero por su nombre de pila.
Cuando sabe en qué estante de la librería buscar el libro que quiere.
Cuando abandona un libro de mierda en la página 6 (pero lo deja en el baño)
Cuando no se toma muy en serio.
Cuando lee por placer.
Cuando lee el prólogo como epílogo.
Cuando te cita otros 3 libros con el mismo argumento.
Cuando le presentás a alguien y le recuerda a un personaje secundario de Dostoievski del que nunca habías oído hablar.
Porque un buen lector, además de irreverente, es bastante insufrible.

Bonus Track: -Experiencias e impresiones de escribir estimulado por alguna sustancia o en un estado de conciencia alterado.

Mi impresión es la de un chorro de la cabeza a la mano. Profusión. Iluminaciones. Imágenes perfectas, diáfanas. Pero al día siguiente resulta ser sin excepción una porquería ridícula y cursi. Entonces no me sirve, no para escribir.

¿Nos mostrás tu biblioteca y tu lugar de trabajo?






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