Agustín Alzari

1-¿Dónde escribís? 

En mi casa, en la misma habitación en la que están los libros.

2- ¿Trabajás en computadora o a mano?

En computadora. Pero el primer bosquejo de las novelitas y otras cosas que tengo escritas las hago en un cuaderno de tapas azules, o en otro de tapas marrones, a los que adorno con variados dibujos.

3- ¿Escribís todos los días? ¿Tenés un horario fijo?

Escribo todos los días. La cantidad de horas depende del momento del ciclo en el que esté: vacío-rumiante-plena escritura-decantación-florecimiento.

4-¿Cuánto tiempo le dedicás?

“Plena escritura” requiere unos cuantos meses al año (con periodos de descanso) y un promedio de tres horas por día. Los otros momentos son más caprichosos, excepto “florecimiento”, que también reclama intensidad.

5- ¿Algún ritual, costumbre o manía a la hora de sentarse a escribir?

Nada extraordinario: silencio para que se escuchen mis risas cuando pinta algún hallazgo. Y después las caminatas, los paseos. Escribir y caminar son casi como un mismo asunto. Lo que en la escritura parece no tener salida se resuelve caminando. Y, maravilla de la vida, sucede lo mismo al revés.

6- ¿Cuándo das por terminado un texto? ¿Qué recorrido emprende ese texto?

Después de la “decantación” suelo pasárselos a mis amigos escritores, Matías Piccolo, Sebastián Bier, Ernesto Inouye y Bernardo Orge. Después me junto con ellos a charlar sobre el asunto. Surgen cosas. El texto mejora notablemente después de esas rondas.

7- ¿Qué relación tenés con tu biblioteca?

Cotidiana y fluida. Variable en el tiempo. Me entusiasma, por ejemplo, lo que hay dando vuelta ahora. Hace un año estaba raro con ella. Me gusta que se mueva. Presto y recibo sin condición ni juramento.

8- ¿Qué libro te gustaría leer?

Otro de Vonnegut que me dé la entera satisfacción de la risa y el encanto como lo hizo su Madre Noche. Pero como sé que eso es pedir demasiado, me inclinaría a recibir otro cimbronazo de pura literatura al estilo Relatos de lo inesperado de Roald Dahl. ¡Ja!

9- ¿Qué cinco libros no pueden faltar en tu biblioteca ideal?

Los dos que mencioné en la respuesta anterior van de cajón. Absurdos, los cuentos de Antonio Di Benedetto. En el aura del sauce, de Juan L. Ortiz. Y el otro… The Complete Record Cover Collection de Robert Crumb. Una gema increíble.

10- ¿Cuáles son los autores/libros que te parecen más sobrevalorados y cuáles los menos valorados?

Me interesan más los que no están valorados que los otros, a los que ya les llegará indefectiblemente el olvido. Me gustaría que se puedan leer de vuelta los primeros cuentos de un libro de Liborio Justo que se llama La tierra maldita, y transcurren en los mares del sur. Están buenísimos. Lo mismo que algunas cosas de Berbardo Kordon, como 600 millones y uno o el Royal Circus, de Leónidas Barletta. La lista de los perdedores es larga y promiscua.

11- ¿Qué relación tenés con la inspiración?

Para mí no es un hecho puntual sino más bien un pasaje. Ratos en que la materia del mundo parece estar ahí, abierta y disponible. La inspiración nunca es reductible: está para la literatura tanto como para el resto de las cosas de la vida.

12- ¿Cuándo una persona se convierte en un buen lector?

Cuando empieza a ir de un libro a otro sin otra guía que la propia intuición. Entonces empieza a tejer relaciones que existen, aunque no lo sepa, solo en su cabeza.

BonusTrack:
 -Experiencias e impresiones de escribir estimulado por alguna sustancia o en un estado de conciencia alterado. 

No es que no me guste escribir estimulado, pero siempre le ganan de mano otros menesteres. La literatura, tanto la lectura como la escritura, tiene en mí un influjo especial:es ella misma la experiencia. 

¿Nos mostrás tu biblioteca y tu lugar de trabajo?


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