1-¿Dónde
escribís?
En
mi casa, en la misma habitación en la que están los libros.
2-
¿Trabajás en computadora o a mano?
En
computadora. Pero el primer bosquejo de las novelitas y otras cosas que tengo
escritas las hago en un cuaderno de tapas azules, o en otro de tapas marrones,
a los que adorno con variados dibujos.
3-
¿Escribís todos los días? ¿Tenés un horario fijo?
Escribo
todos los días. La cantidad de horas depende del momento del ciclo en el que
esté: vacío-rumiante-plena escritura-decantación-florecimiento.
4-¿Cuánto
tiempo le dedicás?
“Plena
escritura” requiere unos cuantos meses al año (con periodos de descanso) y un
promedio de tres horas por día. Los otros momentos son más caprichosos, excepto
“florecimiento”, que también reclama intensidad.
5-
¿Algún ritual, costumbre o manía a la hora de sentarse a escribir?
Nada
extraordinario: silencio para que se escuchen mis risas cuando pinta algún
hallazgo. Y después las caminatas, los paseos. Escribir y caminar son casi como
un mismo asunto. Lo que en la escritura parece no tener salida se resuelve
caminando. Y, maravilla de la vida, sucede lo mismo al revés.
6-
¿Cuándo das por terminado un texto? ¿Qué recorrido emprende ese texto?
Después
de la “decantación” suelo pasárselos a mis amigos escritores, Matías Piccolo,
Sebastián Bier, Ernesto Inouye y Bernardo Orge. Después me junto con ellos a
charlar sobre el asunto. Surgen cosas. El texto mejora notablemente después de
esas rondas.
7-
¿Qué relación tenés con tu biblioteca?
Cotidiana
y fluida. Variable en el tiempo. Me entusiasma, por ejemplo, lo que hay dando
vuelta ahora. Hace un año estaba raro con ella. Me gusta que se mueva. Presto y
recibo sin condición ni juramento.
8-
¿Qué libro te gustaría leer?
Otro
de Vonnegut que me dé la entera satisfacción de la risa y el encanto como lo
hizo su Madre Noche. Pero como sé que
eso es pedir demasiado, me inclinaría a recibir otro cimbronazo de pura
literatura al estilo Relatos de lo
inesperado de Roald Dahl. ¡Ja!
9- ¿Qué
cinco libros no pueden faltar en tu biblioteca ideal?
Los
dos que mencioné en la respuesta anterior van de cajón. Absurdos, los cuentos de Antonio Di
Benedetto. En el aura del sauce, de Juan L. Ortiz. Y el otro… The Complete
Record Cover Collection de Robert Crumb. Una gema increíble.
10-
¿Cuáles son los autores/libros que te parecen más sobrevalorados y cuáles los
menos valorados?
Me
interesan más los que no están valorados que los otros, a los que ya les
llegará indefectiblemente el olvido. Me gustaría que se puedan leer de vuelta
los primeros cuentos de un libro de Liborio Justo que se llama La tierra maldita, y transcurren en los
mares del sur. Están buenísimos. Lo mismo que algunas cosas de Berbardo Kordon,
como 600 millones y uno o el Royal Circus, de Leónidas Barletta. La
lista de los perdedores es larga y promiscua.
11- ¿Qué
relación tenés con la inspiración?
Para
mí no es un hecho puntual sino más bien un pasaje. Ratos en que la materia del
mundo parece estar ahí, abierta y disponible. La inspiración nunca es
reductible: está para la literatura tanto como para el resto de las cosas de la
vida.
12-
¿Cuándo una persona se convierte en un buen lector?
Cuando
empieza a ir de un libro a otro sin otra guía que la propia intuición. Entonces
empieza a tejer relaciones que existen, aunque no lo sepa, solo en su cabeza.
BonusTrack:
-Experiencias
e impresiones de escribir estimulado por alguna sustancia o en un estado de
conciencia alterado.
¿Nos mostrás tu biblioteca y tu lugar de trabajo?
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