Eduardo Goldman



1-¿Dónde escribís?

Escribo en lados diversos. En mi casa, en un bar y a veces un poco en mi trabajo (no divulgar esto último. Ja ja)

2- ¿Trabajás en computadora o a mano?

 Rara vez lo hago a mano, excepto cuando quiero aclarar cosas y realizo esquemas gráficos de las relaciones entre los personajes. Uso mi netbook.

3- ¿Escribís todos los días? ¿Tenés un horario fijo?

No me acuesto tranquilo si no trabajé algo a lo largo del día. No tengo horario fijo pero me gusta hacerlo por la mañana, cuando puedo. Fines de semana es una fija.

4-¿Cuánto tiempo le dedicás?

 Por desgracia no el tiempo que quisiera. Un par de horas en el día. Estoy en la gloria cuando logro hacerlo cuatro y hasta cinco horas diarias (fines de semana y feriados)

5- ¿Algún ritual, costumbre o manía a la hora de sentarse a escribir?

Si es en casa me encierro en la cocina para que nadie me moleste. Me gusta tener una gaseosa a mano, o almendras y nueces. En un bar trato de sentarme lejos de gente que charla a lo loco. En este caso la sola espera de un buen tostado mixto me inspira para escribir con entusiasmo.

6- ¿Cuándo das por terminado un texto? ¿Qué recorrido emprende ese texto?

 Terminé la primera escritura de mi cuarta novela. Estoy comenzando la segunda escritura. Y vendrá una tercera. Seguramente una cuarta. ¿Cuándo lo doy por terminado? Nunca. Por eso siento que entrego a la editorial originales inconclusos, y me la paso llamando para que corrijan tal o cual cosa. Y ni hablar de la zozobra cuando abro el libro impreso y me da por leer un párrafo.

7- ¿Qué relación tenés con tu biblioteca?

A veces cuando me trabo saco un libro y leo, lo que sea. Eso me conecta con algo que se me ha dormido. Y las cosas empiezan a fluir. No sé por qué, pero funciona.

8- ¿Qué libro te gustaría leer?

 No sé. Alguno que me emocione o que me haga sentir un chico cagándome de miedo.

9- ¿Qué cinco libros no pueden faltar en tu biblioteca ideal?

El Hombre en Busca de Sentido, de Viktor Frankl. Cuarteles de Invierno, de Eduardo Soriano. Las armas secretas (o Final de Juego), de Julio Cortázar. Pobreciro Goliat, de Ephrain Kishon. El Grito Primal, de Arthur Janov.

10- ¿Cuáles son los autores/libros que te parecen más sobrevalorados y cuáles los menos valorados?

Francamente no es un tema para mí. No me preocupa lo que tal o cual grupo pueda opinar sobre tal libro. Si me interesa el tema lo leo, y si me da algo valioso lo valoro.

11- ¿Qué relación tenés con la inspiración?

Para mí la inspiración es conectarme con la trama y los personajes. Si tengo eso claro no necesito más que ponerme a trabajar, y trabajar, y trabajar. Cuando las cosas no salen, le pregunto a los personajes qué corno les pasa. En la respuesta está expuesto el problema, y la solución.

12- ¿Cuándo una persona se convierte en un buen lector?

Cada persona lo sabrá. Yo soy un lector lento, me gustaría leer más de lo que leo. O mejor todavía, tomarme una pastilla y que aparezcan todos los libros en mi cerebro. En ese caso no sabría si pedirle la receta a un médico o a un licenciado en Letras.

Bonus Track: Experiencias e impresiones de escribir estimulado por alguna sustancia o en un estado de conciencia alterado

Ninguna. Para escribir necesito estar tan sobrio como si fuera a conducir un auto. Ya mencioné gaseosa y nueces. Ahora, si hablamos de chocotorta, escribiría la segunda versión de Las mil y una noches.






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