Esther Cross

1-¿Dónde escribís?

Escribo en mi escritorio y también en los bares, donde muchas veces tengo, desgraciadamente, el problema de los gritones.

2- ¿Trabajás en computadora o a mano?

En computadora. Nunca me gustó escribir a mano.

3- ¿Escribís todos los días? ¿Tenés un horario fijo?

Cuando vengo bien, escribo a cualquier hora.  Si no, en general estoy de guardia  a la mañana temprano.


4-¿Cuánto tiempo le dedicás?

El tiempo de escritura concentrada no dura  más de dos o tres horas. Puedo pasar mucho más tiempo corrigiendo, haciendo cambios de fondo en una versión, pero escribiendo esa versión no paso de las dos o tres horas por día. Cuando estoy realmente conectada con el texto, trato de pasar la mayor cantidad de tiempo ahí aunque a veces sean horas medio trabajosas, pero creo que hay que vivir con el texto un tiempo. Al contar algo se abre un mundo,  hay que entrar y quedarse para conocerlo.

5- ¿Algún ritual, costumbre o manía a la hora de sentarse a escribir?

Por un problema de concentración, prefiero trabajar en silencio. Pero si no hay silencio, trato de avanzar.  Es la intención, por lo menos. Antes tenía más manías.Ahora me parece que mis manías son excusas.

6- ¿Cuándo das por terminado un texto? ¿Qué recorrido emprende ese texto?

Lo ideal para mí es tener una primera versión, corregirla, dejarla un tiempo en descanso y después leerla otra vez, para entrar con lima fina o con la topadora, depende. Termino cuando me doy cuenta de que las correcciones producen efectos paradojales: confunden en vez de aclarar, traban, empeoran en vez de mejorar las cosas.

7- ¿Qué relación tenés con tu biblioteca?

De dependencia. 


8- ¿Qué libro te gustaría leer?

El tratado del vértigo, de La Mettrie, ahora estoy buscando ese libro. Todo el tiempo es uno distinto.

9- ¿Qué cinco libros no pueden faltar en tu biblioteca ideal?

No pueden faltar los relatos completos de Kafka, Crimen y Castigo, Moby Dick, las obras completas de Freud y Un cuarto propio, de Virginia Woolf. 

10- ¿Cuáles son los autores/libros que te parecen más sobrevalorados y cuáles los menos valorados?

Stephen Crane me parece poco valorado. Soy admiradora de algunos cuentos suyos, como “El hotel azul” y “La novia llega a Yellow Sky” y me parece poco valorado.  Una sombra donde sueña Camila O’ Gorman, de Enrique Molina, me parece poco valorado.  Me parecen poco valorados La guerra de las salamandras de Carol Capek y El hospital de la transfiguración, de Stanislav Lem. También Daphne du Maurier. Por otro lado, hay muchos  escritores sobrevalorados, pero prefiero no entrar en la sala de torturas.  La pregunta que me queda es: ¿hay realmente escritores que no estén ni poco ni demasiado valorados? Me quedo pensando en eso, en quiénes quedan en la línea de flotación, si es que esa línea existe, y qué pasa ahí.

11- ¿Qué relación tenés con la inspiración?

A veces, de pronto, pasa algo…yo no me lo pierdo cuando se da, pero es muy excepcional. Es una relación de arranque, cuando recién se me ocurre algo, o destrabe, cuando creo que no hay salida, y es una ola: hay que surfearla.


12- ¿Cuándo una persona se convierte en un buen lector?

La lectura es una experiencia, y a lo mejor el buen lector es el que se da cuenta y hace algo con eso.  Lee, como dice Steiner de un intelectual, con un lápiz en la mano. Asocia libros, cruza y tiende líneas de lectura, entra activamente. Sale a buscar, deja que un libro lo lleve a otro, se arma su biblioteca –no tiene por qué ser física-, su ruta de libros. 


Bonus Track:
Experiencias e impresiones de escribir estimulado por alguna sustancia o en un estado de conciencia alterado.

Todo se resume en el contraste entre la  genialidad del momento y la lectura  del día después. De todas maneras la genialidad del momento es una buena influencia, y divertida.  A cada estado  le basta su afán.


¿Nos mostrás tu biblioteca y tu lugar de trabajo?











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